Diversos expertos defienden que los niños menores de 12 años no deberían hacer uso de los Smart phones y existen varios motivos que respaldan sus argumentos.
Sería recomendable que seamos conscientes de los aspectos negativos de poner la tecnología en manos de nuestros menores. A continuación listamos 10 razones por las que los niños y las niñas de hoy en día no deberían hacer uso de los móviles.

El desarrollo cerebral se ve afectado
Durante los primeros 21 años de vida el cerebro se desarrolla rápidamente. Es más, hasta los dos años de edad, su cerebro se triplica en tamaño. La exposición indiscriminada ya sea a tablets, móviles, televisión u ordenadores condiciona su comportamiento volviendo al niño más impulsivo, poniendo en riesgo su desarrollo cognitivo y dificultando su autocontrol.
Se limita el movimiento físico
El uso de las tecnologías casi siempre limita el movimiento, algo necesario para que el niño esté despierto, bien desarrollado y por tanto preparado para aprender. Si no hay movimiento corporal es más difícil obtener buenos resultados escolares o de aprendizaje.
Gran riesgo de obesidad
Existen estadísticas que determinan que un 30% de los niños que disponen de tecnología en la habitación son candidatos a ser obesos. Los pequeños deben correr y saltar, en lugar de pulsar botones para que lo hagan unos avatares.
Reducción del sueño
Está demostrado que el uso de teléfonos móviles afecta negativamente a la hora de conciliar el sueño, por lo que mucho cuidado con el uso de la tecnología por la noche. La falta de sueño afecta al carácter emocional de las personas haciéndolas más hurañas y negativas.
Propensión a padecer trastornos mentales
Existen estudios que demuestran que el uso de dispositivos móviles de cualquier tipo es un factor clave para sufrir depresión, ansiedad, psicosis, trastorno bipolar y/o déficit de atención.
Imitación de conductas violentas
El acceso a contenidos agresivos y violentos muchas veces no indicados para su edad, junto a la inercia del niño de imitarlo todo, es un cóctel explosivo que hace que podamos ver en pequeños actitudes excesivamente violentas hacia otros niños e incluso hacia los adultos.
Dificulta la atención
Recibimos tanta cantidad de contenido en un tiempo tan reducido de tiempo que los niños que disponen de móviles ven mermada su capacidad de atención, concentración y memoria.
Crean adicción
Si a los adultos nos cuesta apagar el teléfono imagina a un niño, que tiene menos voluntad y menos criterio. Lo más alarmante es que este exceso va de la mano de un alejamiento inevitable de familia y amigos con el riesgo de acabar en una conducta antisocial crítica.
Peligro de radiación
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) los dispositivos digitales son una fuente de radiación. Los niños son más sensibles a estas radiaciones que entre otros riesgos, están relacionadas con el futuro desarrollo de un cáncer.
Sobreexponen al menor
Un niño en internet es un cebo para abusos de todo tipo. Su intimidad, sus datos, gustos y opiniones están al alcance de demasiada gente. Por lo que tenemos que tener mucho cuidado a la hora de hacer uso de los móviles.
Estamos de acuerdo que ya es casi imposible aislar a los niños del mundo digital pero… ¿Y si damos ejemplo de que hay vida más allá de las pantallas? Apaguemos de vez en cuando el móvil y hablemos, juguemos, salgamos a ver la calle o los árboles, cocinemos, corramos, miremos al cielo, enseñemos a nuestros hijos la vida real, la que emociona de verdad. Y recuerda siempre que, “los niños son nuestro futuro, pero no hay un mucho futuro para los niños que abusan de la tecnología”.